Admittedly, San Geraldo did not actually caterwaul this week. But he came close. We went to the dentist Wednesday to have our teeth cleaned. San Geraldo doesn’t like to go to the dentist. I, on the other hand, have always enjoyed it. For me, there was nothing better than taking time off from work to sit in that “comfy chair” for an hour, not required to speak, not required to do anything at all.
Wednesday, we each had our very own hygienist. San Geraldo was taken in a few minutes before me (if I go first, he might escape). I explained in advance that he’s a terrible patient. It didn’t go well. The office is very high-tech and the hygienists use machines for the entire cleaning process (none of that manual scraping). When the tool is placed against the teeth, it makes the same unfortunate sound as the dentist’s drill. San Geraldo has never allowed that kind of equipment near his mouth — while he’s still conscious. I heard him wail, “Miiiiiii-tchell!” I got up from my comfy chair and went in to find a very unhappy San Geraldo and a very concerned hygienist. I told the hygienist San Geraldo doesn’t like the noise, but also doesn’t like the feeling of the vibration against his teeth (anyway, some people do say it hurts). She used some topical anesthetic and I went back to my seat in the other room. A moment later the hygienist came in distraught because San Geraldo had put up his hands, gotten out of his seat, and gone back to the waiting room. I apologized and told her he was really a very nice person, just not a very good patient.
The result: The new technology took half the time and I have a mouthful of clean teeth. San Geraldo has three clean teeth (one side only) and is scheduled to go back later this month for a complete cleaning. Done personally by the dentist himself. After “the patient” is completely anesthetized.
Catalina
We had a surprisingly pleasant walk home, followed by dinner that night at Catalina Casa de Comidas. That made everything all better. Catalina always does. There was a new dish, which was a casserole of garbanzos and other good things. It would have made a perfect meal on its own. But, of course, San Geraldo and I had three other dishes, including our standby “rollitos,” a special creation of Chef Gonzalo’s.
Es cierto que San Geraldo en realidad no maulló esta semana. Pero estuvo cerca. Fuimos al dentista el miércoles para que nos limpiaran los dientes. A San Geraldo no le gusta ir al dentista. Yo, en cambio, siempre lo he disfrutado. Para mí, no había nada mejor que tomarme un tiempo libre en el trabajo para sentarme en esa “cómoda silla” durante una hora, sin necesidad de hablar, sin necesidad de hacer nada en absoluto.
El miércoles cada uno de nosotros tuvo su propio higienista. San Geraldo fue detenido unos minutos antes que yo (si voy primero, podría escapar). Le expliqué de antemano que es un paciente terrible. No salió bien. La oficina es de muy alta tecnología y los higienistas utilizan máquinas para todo el proceso de limpieza (nada de ese raspado manual). Cuando la herramienta se coloca contra los dientes, emite el mismo sonido desafortunado que el taladro del dentista. San Geraldo nunca ha permitido que ese tipo de equipo se acerque a su boca, mientras aún está consciente. Lo oí gemir: “¡Miiiiiii-tchell!” Me levanté de mi cómoda silla y entré y encontré a un San Geraldo muy descontento y a un higienista muy preocupado. Le dije al higienista que a San Geraldo no le gusta el ruido, pero tampoco le gusta la sensación de la vibración contra sus dientes (de todos modos, algunas personas dicen que duele). Ella usó un anestésico tópico y volví a mi asiento en la otra habitación. Un momento después el higienista entró angustiado porque San Geraldo había levantado las manos, se había levantado de su asiento y había regresado a la sala de espera. Me disculpé y le dije que él era realmente una persona muy agradable, pero que no era un muy buen paciente.
El resultado: la nueva tecnología me llevó la mitad del tiempo y tengo la boca llena de dientes limpios. San Geraldo tiene tres dientes limpios (solo un lado) y está programado que regrese a finales de este mes para una limpieza completa. Realizado personalmente por el propio dentista. Después de que “el paciente” esté completamente anestesiado.
Catalina
Tuvimos un paseo sorprendentemente agradable a casa, seguido de una cena esa noche en Catalina Casa de Comidas. Eso hizo que todo fuera mejor. Catalina siempre lo hace. Había un plato nuevo, que era una cazuela de garbanzos y otras cosas buenas. Por sí solo habría sido una comida perfecta. Pero, por supuesto, San Geraldo y yo comimos otros tres platos, incluidos nuestros “rollitos” de reserva, una creación especial del Chef Gonzalo.
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| • SAN GERALDO HATES OLIVES, BUT EVEN HE LIKED THESE (A LITTLE). (AT LEAST THIS TIME HE DIDN’T SPIT OUT THE HALF HE TASTED.) • SAN GERALDO ODIA LAS ACEITUNAS, PERO HASTA A ÉL LE GUSTAN (UN POCO). (AL MENOS ESTA VEZ NO ESCUPIÓ LA MITAD QUE PROBÓ.) |
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| • ROLLITOS. OUR FAVORITE. (SKEWERED, SHRIMP, IBERIAN HAM, CHEESE, AND OTHER GOOD STUFF.) • ROLLITOS. NUESTRO FAVORITO. (BROCHETAS, GAMBAS, JAMÓN IBÉRICO, QUESO Y OTRAS COSAS BUENAS.) |
Cats
I’m sure some of you are not as in love with “the boys” as are we. Bear with me. They were going after a fly last night in my bathroom and I found it very entertaining. Be thankful I didn’t include the entire series of a dozen photos.
Gatos
Estoy seguro de que algunos de ustedes no están tan enamorados de “los chicos” como nosotros. Tengan paciencia conmigo. Anoche estaban persiguiendo una mosca en mi baño y lo encontré muy entretenido. Agradezca que no incluí la serie completa de una docena de fotografías.
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| • I CHASE RAINBOWS. THE CATS CHASE FLIES. (AND THEY LEAVE PAW PRINTS ON MY CLEAN MIRROR!) • PERSIGO ARCO IRIS. LOS GATOS PERSIGUEN A LAS VUELAS. (¡Y DEJAN HUELLAS EN MI ESPEJO LIMPIO!) |
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| • DUDO SOON FOUND MY CAMERA AND ME MORE INTERESTING THAN THE FLY. (NOT SO MOOSE.) • DUDO PRONTO ENCONTRÓ MI CÁMARA Y A YO MÁS INTERESANTES QUE LA MOSCA. (NO TAN MOOSE.) |