La versión en español está después de la versión en inglés.
YESTERDAY I TALKED ABOUT HOGS on ice. So, it’s only appropriate that today I should mention my hamstring. As I started an excellent, very long walk nearly a month ago (click here), I had a sudden and intense cramp in the hamstring muscle of my right leg. I rubbed it out (get your mind out of the gutter) and continued the walk. It was fine. However, the next morning, my leg hurt. In fact, it hurt more than my sciatica that day. It still hurts. I have no idea what I did, but I really don’t want to visit urgent care.
The hamstring problem doesn’t hurt when I lie in bed, but hurts when I sit or walk. The sciatica hurts most when I lie in bed, and doesn’t hurt when I sit or walk. And, yes, since the hamstring is in the correct vicinity, I can honestly tell you it’s a pain in the ass. I went for a walk this morning, which I enjoyed, although I favored my right leg and limped quite a bit, which made me think perhaps I should give the leg a rest. I’m going to give the heating pad a try this afternoon. And more paracetamol (which does help). Dudo will be happy. He’s been trying to get me to go back to bed since 11.
As far as the leg cramp goes, I was having cramps in my feet and legs for a while, even dreaming about them and being awakened by them. I knew that one cause could be not enough water. And, although I drink more water than most of my friends, I’ve always been told after lab work that I need to drink more. So, I finally upped my intake even further a week ago to 3 to 4.5 liters a day. It appears to be the miracle cure. Too bad I didn’t do it a month ago.
The other day, when I headed out to the terrace to work on cleaning old planters, and reorganizing (yes, it hurt), Moose, who was sound asleep in San Geraldo’s office, came running out for some love and did everything he could to get my attention. If the cats weren’t spoiled before the pandemic, a year of having us around most of the time, has made them impossible. It’s nearly 4 p.m. (16:00) and Dudo is still waiting for me. The photo at top is the view from bed he wants to share with me. (The bedroom window is clean; the glass curtain is not.)
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AYER HABLÉ DE LOS CERDOS en el hielo. Por lo tanto, es apropiado que hoy mencione mi tendón de la corva (porque en inglés el tendón de la corva es “hamstring” (literalmente “cadena de jamón”). Cuando comencé una caminata excelente y muy larga hace casi un mes (haz clic aquí), tuve un calambre repentino e intenso en el músculo isquiotibial de la pierna derecha. Lo borré (saca tu mente de la cuneta) y continué la caminata. Estuvo bien. Sin embargo, a la mañana siguiente, me dolía la pierna. De hecho, ese día me dolió más que la ciática. Todavía duele. No tengo idea de lo que hice, pero realmente no quiero visitar el centro de atención de urgencia.
El problema del tendón de la corva no duele cuando me acuesto en la cama, pero duele cuando me siento o camino. La ciática duele más cuando me acuesto en la cama y no duele cuando me siento y camino. Y, sí, dado que el tendón de la corva está en la vecindad correcta, puedo decirles honestamente que es un dolor en el culo. Salí a caminar esta mañana, que disfruté, aunque favorecí mi pierna derecha y cojeaba bastante, lo que me hizo pensar que quizás debería darle un descanso a la pierna. Voy a probar la almohadilla térmica esta tarde. Y más paracetamol (que sí ayuda). Dudo estará feliz. Ha estado tratando de hacerme volver a la cama desde las 11.
En cuanto a los calambres en las piernas, estuve teniendo calambres en los pies y piernas por un tiempo, incluso soñando con ellos y siendo despertados por ellos. Sabía que una de las causas podría ser la falta de agua. Y, aunque bebo más agua que la mayoría de mis amigos, siempre me han dicho después del examen del sangre que necesito beber más. Entonces, finalmente aumenté mi ingesta aún más hace una semana a 3 a 4.5 litros por día. Parece ser la cura milagrosa. Lástima que no lo hice hace un mes.
El otro día, cuando salí a la terraza a limpiar maceteros viejos y reorganizar (sí, dolía), Moose, que dormía profundamente en la oficina de San Geraldo, salió corriendo por un poco de amor, como se puede ver en fotos de hoy. Si los gatos no estaban malcriados antes de la pandemia, un año de tenernos cerca la mayor parte del tiempo los ha hecho imposibles. Son casi las 4 p.m. (16:00) y Dudo todavía me espera. La foto de arriba es la vista desde la cama que quiere compartir conmigo. (La ventana del dormitorio está limpia; la cortina de vidrio no lo está).
¿Entonces?
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