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The first thing I noticed when we entered Museo Ralli Thursday was a large gold figure in the distance. I had no idea it was a Salvador Dali. I easily recognized his paintings on a couple of walls (under reflective glass, so not great for photos) but his sculptures surprised me. So, today’s images are devoted to the sculptures of Salvador Dali. I’ve found some of the pieces online in limited editions of 350. You can pick up a Cosmic Rhinoceros, shown, for a mere €30,000–40,000 and a Space Elephant, also shown, for €56,000. I enjoyed seeing these unusual pieces but there were life-size bronze figurative sculptures by two other artists that we three all fell in love with (including the one whose pose San Geraldo tried to duplicate in yesterday’s post). Those photos are still to come.

I went to the bunion doctor yesterday (also known as an orthopedic surgeon). He suggested surgery. I’m not in the mood. So he recommended I keep using the “double-loop bunion spreader” (click here) , see if I can find a larger one, and get wider shoes — until I come to my senses and get the surgery. The recovery from the surgery is two months; the first month I’d be required to wear a bunion boot. I told him about the recent back surgery and he completely understood my reluctance, although he did smile and say it would be easy in comparison. Maybe next year when we have no big plans. Apparently, a bunion on the small toe (bunionette) is a tailor’s bunion.

I had a video chat with The Kid Brother Tuesday night. It took me two tries before he picked up. I asked if he had heard the first 12 rings and he said, “I heard ’em!” “Was your phone in the other room?” I asked. “I got it right here!” he snorted. At the end of our calls he’s taken to saying, “Good-bye!” like some haughty 1930s movie actor. I now say the same thing. After this week’s haughty “Good-byes!!!” we both had trouble disconnecting. The video was gone but I heard him say, “I gotta get rid o’ dis guy!”

Lo primero que noté cuando entramos al Museo Ralli el jueves fue una gran figura dorada en la distancia. No tenía idea de que era un Salvador Dalí. Reconocí fácilmente sus pinturas en un par de paredes (debajo de un vidrio reflectante, por lo que no es bueno para fotografías), pero sus esculturas me sorprendieron. Así, las imágenes de hoy están dedicadas a las esculturas de Salvador Dalí. Encontré algunas de las piezas en línea en ediciones limitadas de 350. Puedes adquirir un rinoceronte cósmico, que se muestra, por solo 30.000–40.000€ y un elefante espacial, también mostrado, por 56.000€. Disfruté viendo estas piezas inusuales, pero había esculturas figurativas de bronce de tamaño natural de otros dos artistas de las que los tres nos enamoramos (incluida aquella cuya pose San Geraldo intentó duplicar en la publicación de ayer). Esas fotos aún están por llegar.

Ayer fui al médico especializado en juanetes (también conocido como cirujano ortopédico). Sugirió cirugía. No estoy de humor. Así que me recomendó que siguiera usando el “protector de juanetes de sastre 5˚ dedo en gel” (haz clic aquí), ver si puedo encontrar uno más grande y conseguir zapatos más anchos, hasta que recobre el sentido y me opere. La recuperación de la cirugía es de dos meses; El primer mes me exigirían que usara una bota para juanetes. Le hablé de la reciente cirugía de espalda y comprendió completamente mi desgana, aunque sonrió y dijo que, en comparación, sería más fácil. Quizás el año que viene cuando no tengamos grandes planes. Al parecer, un juanete en el dedo pequeño del pie (juanete) es un juanete de sastre.

Tuve una videoconferencia con El Hermanito el martes por la noche. Me tomó dos intentos antes de que contestara. Le pregunté si había escuchado los primeros 12 timbres y dijo: “¡Los escuché!”. “¿Estaba tu teléfono en la otra habitación?” Me preguntaba. “¡Lo tengo justo aqui!” resopló. Al final de nuestras llamadas, suele “¡Good-bye!” [me despido]. como un altivo actor de cine de los años 30. Ahora digo lo mismo. Después del altivo “¡¡¡Good-bye!!!” de esta semana ambos tuvimos problemas para desconectarnos. El video había desaparecido pero lo escuché decir: “¡Tengo que deshacerme de este tipo!”