Dancing in the street / Bailando en la calle

La versión en español está después de la versión en inglés.

I walked downtown this morning to see what I could see of the procession of the Virgin of Rosario (in whose honor the fair is held), as well as the dancing on Plaza de la Constitución. I arrived just in time to meet the Virgin, and then I got to watch some dancing. I didn’t stay long enough to see the official events that were being staged (three hours was my limit today). But plenty of people were enjoying themselves on the plaza right outside the restaurant where we had lunch Tuesday.

After seeing off the Virgin, I continued taking photos of the people and beautiful costumes. Six women saw me aim my camera their way and they waved for me to come over and get a posed shot. They were charmers. I told them about my blog, gave them cards with my blog address and email, and learned two of them had lived in the United States most of their lives. One lived in Santa Monica, California, and returned to Spain just four years ago. Another lived in San Francisco for 30 years. Ms. Santa Monica told me she’d like to email so we can meet for coffee. A great pick-me-up.

I then watched some dancing. When I downloaded everything from my phone, I discovered I had captured shots of the friends mid-dance. You can meet them in the top photo and the first two photos below.

I came home for lunch, hung sheets on the line, and haven’t decided what more I’ll do this afternoon. After three days of procrastinating, San Geraldo pushed himself out the door to go grocery shopping. The three (or four or five) days of procrastinating is part of the routine. He washed the car and then drove the few more minutes to Mercadona. It was closed in honor of the Virgin of Rosario. We arrived home at the same time. I was a bit happier than he was. At least he got the car washed.

.

Caminé por el centro esta mañana para ver lo que pude ver de la procesión de la Virgen del Rosario (en cuyo honor se realiza la feria), así como el baile en la Plaza de la Constitución. Llegué justo a tiempo para encontrarme con la Virgen, y luego pude ver un baile. No me quedé lo suficiente para ver los eventos oficiales que se estaban organizando (tres horas era mi límite hoy). Pero mucha gente se estaba divirtiendo en la plaza justo afuera del restaurante donde almorzamos el martes.

Después de despedir a la Virgen, continué tomando fotos de la gente y hermosos trajes. Seis mujeres me vieron apuntar mi cámara en su dirección y me hicieron señas para que me acercara y tomara una foto. Eran encantadores. Les hablé de mi blog, les di tarjetas con la dirección y el correo electrónico de mi blog, y me enteré de que dos de ellos habían vivido en los Estados Unidos la mayor parte de sus vidas. Uno vivía en Santa Mónica, California, y regresó a España hace apenas cuatro años. Otro vivió en San Francisco durante 30 años. La Sra. Santa Mónica me dijo que le gustaría enviar un correo electrónico para que podamos encontrarnos para tomar un café. Un gran estimulante.

Luego vi un poco de baile. Cuando descargué todo desde mi teléfono, descubrí que había capturado fotos de los amigos en medio del baile. Puedes conocerlos en la foto superior y las dos primeras fotos a continuación.

Llegué a casa a almorzar, colgué sábanas en el tendedero y no he decidido qué más haré esta tarde. Después de tres días de posponer las cosas, San Geraldo salió por la puerta para ir de compras. Los tres (o cuatro o cinco) días de procrastinar son parte de la rutina. Lavó el coche y luego condujo unos minutos más hasta el Mercadona. Fue clausurado en honor a la Virgen del Rosario. Llegamos a casa a la misma hora. Yo estaba un poco más feliz que él. Al menos consiguió lavar el coche.