A cabaret, a pub, and some dinosaurs / Un cabaret, un pub, y unos dinosaurios

La versión en español está después de la versión en inglés.

I’m far behind in sharing what’s going on in London. So here are some random photos of recent days. Yesterday, we had the pleasure of meeting Steve (of Shadows and Light) for drinks and dinner. It felt as if we had known each other forever. Steve is all light, no shadows (except when used for beautiful effect). San Geraldo and I walked over to the Museum of Natural History (4 minutes away) and communed with the other dinosaurs who, like us, groaned at the screaming and out-of-control children (and adults). There was a torrential downpour while we were there but our walks there and back were under only a steady and soaking rain. By the time we went to the tube at 5 p.m. to head to the Kit Kat Club to see Cabaret, the rain had stopped and the temperature had risen. The production and the cast were better than I could have imagined. More on all these things in the coming weeks. Right now, life is a cabaret — including forgetting some pills (and needing a doctor and pharmacy), having to buy a cane, and losing and finding a very expensive and sturdy umbrella and a shoulder bag (containing wallet, passport, and everything else). The trip hasn’t been without its anxious moments.

Estoy muy atrasado en compartir lo que está pasando en Londres. Así que aquí tenéis algunas fotos aleatorias de los últimos días. Ayer tuvimos el placer de reunirnos con Steve (de Shadows and Light) para tomar una copa y cenar. Parecía como si nos conociéramos desde siempre. Steve es todo luz, sin sombras (excepto cuando se usa para lograr un efecto hermoso). San Geraldo y yo caminamos hasta el Museo de Historia Natural (a 4 minutos) y conversamos con los otros dinosaurios que, como nosotros, gemían ante los gritos y los niños (y adultos) fuera de control. Hubo un aguacero torrencial mientras estábamos allí, pero nuestras caminatas de ida y vuelta fueron solo bajo una lluvia constante y empapada. Cuando fuimos al metro a las 5 p.m. para dirigirme al Kit Kat Club a ver Cabaret, la lluvia había cesado y la temperatura había subido. La producción y el elenco fueron mejores de lo que podría haber imaginado. Más sobre todas estas cosas en las próximas semanas. En este momento, la vida es un cabaret: incluso olvidar algunas pastillas, tener que comprar un bastón, y perder y encontrar un paraguas muy caro y resistente y un bolso de hombro (que contiene billetera, pasaporte y todo lo demás). El viaje no ha estado exento de momentos de ansiedad.

Click the thumbnails to enlarge.
Haz clic en las miniaturas para ampliar.