Lotus and muddled mint / Loto y menta mezclada

La versión en español está después de la versión en inglés.

Yesterday was another one of those “best days ever.” Rain was predicted here and in Conil de la Frontera. But, except for a brief and light drizzle as we drove through Los Alcornocales Natural Park on our way home, we had almost continuous blue skies. We drove directly to Tere and Antonio’s brand new house in the countryside just a 4-minute drive from the center of Conil. The house is mostly finished. And the grounds are a work in progress. Antonio designed it himself and it’s already a work of art. We visited there for a bit. Antonio had to work in the afternoon. He manages dozens of vacation rentals in the area (if you’re ever in need).

Tere picked up 6-year-old Nora at school and we four went out to lunch at an excellent, friendly, and authentic flamenco bar. I wish we could be there Friday tonight for a show. I have photos to share — mostly of Nora. San Geraldo and I fell in love. She is bright, charming, conversational, funny, creative, fascinating, gracious, kind. Tere is an incredible mother and, she admits, very lucky. Oh, to be able to share Essence of Nora.

Isabel just finished cleaning and we will soon have lunch. We’re watching on Netflix a series from Argentina called “Edha,” which we’re finding very interesting. We tried watching a Spanish series, “White Lines” (“Operación Marea Negra”), but couldn’t get into it. It seemed to be very well done, but the brutish, strutting, machismo was too much for me. Maybe we should have given it more time. I at least made it through an entire episode. San Geraldo got up and left.

I haven’t decided what I’ll do with the afternoon. Maybe a walk. Maybe some home projects. Definitely a load of laundry.

But I almost forgot about the title of this post. When I was in Málaga last week, I had lunch at Siroko Plaza where we enjoyed a meal with Matt and Lindy last month. That first time I had a work-of-art mojito that was delicious. This time I saved a euro (yeah, only a euro) and had a virgin mojito. Equally beautiful and delicious. Later in the day, I wanted a cup of coffee. For some reason, I felt it necessary to also have a piece of lotus and caramel cake. Both the mojito and the cake were not necessary, nor were they worth the price. All that sugar. The cake was fresh and good, but topped with buttercream frosting, (San Geraldo’s is better). So the taste of lotus cookie (whatever that might have been) was completely lost to the buttercream and caramel. I could have saved more than 10€ and still been very happy.

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Ayer fue otro de esos “mejores días de la historia”. Se pronosticaban lluvias aquí y en Conil de la Frontera. Pero, a excepción de una breve y ligera llovizna mientras conducíamos por el Parque Natural de Los Alcornocales de camino a casa, tuvimos cielos azules casi continuos. Condujimos directamente a la nueva casa de Tere y Antonio en el campo, a solo 4 minutos en coche del centro de Conil. La casa está casi terminada. Además, los jardines son un trabajo en progreso. Antonio lo diseñó él mismo y ya es una obra de arte. Visitamos allí un rato. Antonio tenía que trabajar por la tarde. Administra docenas de alquileres de vacaciones en el área (si alguna vez lo necesita).

Tere recogió a Nora de 6 años en la escuela y los cuatro salimos a almorzar a un excelente, acogedor y auténtico bar flamenco. Ojalá pudiéramos estar allí esta noche para un espectáculo. Tengo fotos para compartir, principalmente de Nora. San Geraldo y yo nos enamoramos. Es brillante, encantadora, conversadora, divertida, creativa, fascinante, graciosa, amable. Tere es una madre increíble y, reconoce, muy afortunada. Oh, poder compartir la Esencia de Nora.

Isabel acaba de terminar de limpiar y pronto almorzaremos. Estamos viendo en Netflix una serie de Argentina llamada “Edha”, que nos parece muy interesante. Intentamos ver una serie española, “Líneas Blancas” (“Operación Marea Negra”), pero no pudimos entrar. Parecía estar muy bien hecho, pero el machismo brutal y fanfarrón fue demasiado para mí. Tal vez deberíamos haberle dado más tiempo. Al menos pasé un episodio completo. San Geraldo se levantó y se fue.

No he decidido qué haré con la tarde. Tal vez un paseo. Tal vez algunos proyectos para el hogar. Definitivamente una carga de ropa.

Pero casi se me olvida el título de este post. Cuando estuve en Málaga la semana pasada, almorcé en Siroko Plaza donde disfrutamos de una comida con Matt y Lindy el mes pasado. Esa primera vez me tomé un mojito de obra de arte que estaba delicioso. Esta vez ahorré un euro (sí, solo un euro) y me tomé un mojito virgen. Igual de hermoso y delicioso. Más tarde ese día, quería una taza de café. Por alguna razón, sentí que era necesario tener también un trozo de pastel de loto y caramelo. Tanto el mojito como la tarta no eran necesarios, ni valían la pena. Todo ese azúcar. El pastel era fresco y bueno, pero cubierto con glaseado de crema de mantequilla (El de San Geraldo es mejor). Entonces, el sabor de la galleta de loto (lo que sea que haya sido) se perdió por completo con la crema de mantequilla y el caramelo. Podría haber ahorrado más de 10€ y aún así ser muy feliz.

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