La versión en español está después de la versión en inglés.
I DIDN’T SLEEP WELL LAST night. No particular reason. I went to bed at 1:00 and was up six or seven times, and finally out of bed for good at 8:00. By 11:00, my eyes were closing as I tried to do the crossword puzzle. I got back in bed and slept until 2 (14:00). And that aggravates me because I feel like I missed the day.
My pal Luke’s mother, Kathleen, didn’t have a great night either. Luke’s little brother Beckett (now 17 months) wasn’t sleeping. Kathleen tried to help. At 3:00, after crawling around for a while, he finally found a comfortable position and settled into a heavy sleep — as you can see by the photo Kathleen sent this morning.
Luke, now 5, is sleeping just fine. It’s his waking hours that I worry about. Last week he gave himself a haircut. Pedro and Kathleen are the types of parents who encourage their kids to express themselves freely. So I asked Kathleen if Luke’s haircut had been supervised (I had my doubts).
“Definitely NOT supervised,” Kathleen wrote. “He thought he looked great. I had to act angrier than I really was because I know who his next victim would be if he thought cutting hair was ok. Nobody better take away little Beckett’s curls!”
Kathleen received a Fitbit for her birthday (her choice, not a hint from her loving husband). Her first day, she was short by 7,000 steps. In her goal of 10,000 steps a day! Ouch. Luke offered to wear it for her when she’s not on the move (you know, when she’s just sitting around doing nothing). I love that boy.
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ANOCHE NO DORMÍ BIEN. NINGUNA razón en particular. Me fui a la cama a la 1:00 y me levanté seis o siete veces y finalmente me levanté para siempre a las 8:00. A las 11:00, mis ojos se estaban cerrando mientras trataba de hacer el crucigrama. Volví a la cama y dormí hasta las 2 (14:00). Y eso me agrava porque siento que me perdí el día.
Kathleen, la madre de mi amiguito Luke, tampoco tuvo una gran noche. Beckett (ahora de 17 meses), no dormía. Kathleen intentó ayudar. A las 3:00, después de gatear un rato, finalmente él encontró una posición cómoda y se durmió profundamente— como puedes ver en la foto que Kathleen envió esta mañana.
Luke, ahora de 5 años, duerme bien. Son sus horas de vigilia lo que me preocupa. La semana pasada se cortó el pelo. Pedro y Kathleen son el tipo de padres que animan a sus hijos a expresarse libremente. Así que le pregunté a Kathleen si el corte de pelo de Luke había sido supervisado (tenía mis dudas).
“Definitivamente NO supervisado”, escribió Kathleen. “Él pensó que se veía genial. Tuve que actuar más enojado de lo que realmente estaba porque sé quién sería su próxima víctima si pensaba que cortar el cabello estaba bien. ¡Será mejor que nadie le quite los rizos al pequeño Beckett!”
Kathleen recibió un Fitbit por su cumpleaños (su elección, no una pista de su amado esposo). Su primer día, le faltaron 7.000 pasos. ¡En su objetivo de 10.000 pasos al día! Ay. Luke se ofreció a usarlo para ella cuando no ella está en movimiento (ya sabes, cuando está sentada sin hacer nada). Amo a ese chico.
